Documentación histórico-artística

Para atribuir un objeto artístico deben converger, como mínimo, tres ejercicios profesionales:

• Primero, aceptar que una obra es una realidad físico-química y, por tanto, que las metodologías científicas son de gran ayuda para la datación, catalogación y conservación.
• Segundo, es necesario el análisis estilístico e iconográfico de la obra por un especialista que la reconozca por el parecido con las obras de un artista conocido, pero recalcando también las diferencias con otros artistas próximos.
• Tercero, la historia documentada de la obra, testimonios de archivos, evidencias concretas de pertenencia a una colección antigua (la cual, a su vez, debe ser fidedigna) y coincidencia con múltiples inventarios.

El primero de los tres puntos anteriores se afronta desde nuestro propio laboratorio científico. Los otros dos se encargan a diversos profesionales (de objetividad contrastada) especialistas en un periodo, escuela o pintor concreto. Todo ello con el fin de elaborar una documentación completa a nivel científico, artístico e histórico.